Los problemas médicos y orgánicos pueden provocar cambios de conducta
En este sentido, el equipo de investigación apuntó que los factores externos, modificables y dependientes del dueño son los que más influyen en la actitud del animal.
Así, según el autor principal del estudio, Joaquín Pérez-Guisado, el hecho de que los propietarios no hayan tenido un perro antes, el no someterlo a un entrenamiento básico de obediencia, consentir o mimar al perro en exceso, castrar a las hembras, dejarle la comida de forma indefinida o dedicarle poco tiempo, condicionan la actitud del animal.
Elementos que influyen en la agresividad
Por la otra parte, asegura que hay determinados elementos dependientes del can que están asociados a una mayor agresividad por dominancia, como por ejemplo, determinadas razas (Bullterrier, American Pitbullterrier, Boxer...), el sexo masculino, el tamaño pequeño, o la edad de cinco a siete años. Sin embargo, estos factores representan "un peso mínimo" en el comportamiento violento del perro.
Tras analizar los resultados del estudio, Pérez Guisado considera que "no es normal que los perros que reciben la educación adecuada mantengan comportamientos agresivos de dominancia" y señala que en el caso de que esto ocurra se debería a algún problema médico u orgánico "que puede provocar cambios de conducta en el perro".
Referencia bibliográfica:
Pérez-Guisado, Joaquín; Muñoz-Serrano, Andrés. “Factors Linked to Dominance Aggression in Dogs” Journal of Animal and Veterinary Advances 8(2): 336-342, 2009.
Fuente: SINC |