La hiperactividad es una tara congénita. En estudios realizados sobre la heredabilidad de la conducta en el perro doméstico, se ha comprobado que hay un factor peligroso que se hereda con toda facilidad, que se corre como el fuego y se extiende de generación en generación. Es el factor miedo y este factor engloba características tan indeseables como la cobardía, hiperactividad, hiperquinesis, emocionalidad alta, tendencia a las fobias ontogenéticas, fobias innatas, mala capacidad de aprendizaje súbito y más caracteres que disminuyen tremendamente la valía del animal (Pozuelos, 2007).
El concepto de heredabilidad hace referencia a la proporción de variabilidad de un determinado carácter que es debida a factores genéticos, y oscila entre 0 y 1. Por consiguiente, un valor del 0,5 significa que el 50% de la variabilidad de un carácter se debe a factores genéticos y el otro 50% a factores ambientales. Las estimaciones de heredabilidad del miedo en el perro domestico, pese a ser variable, oscilan a menudo entre el 0,4 y 0,5 (Manteca, 2003). Quiero recordar que el comportamiento es el resultado de interacciones complejas entre genes y características medioambientales.
La hiperactividad con frecuencia es el resultado de una estimulación insuficiente. Podemos definir la falta de estimulación como las pocas oportunidades que se le dan al animal de utilizar y desarrollar sus habilidades innatas y satisfacer sus necesidades. Cuando el perro no utiliza sus destrezas o no satisface sus necesidades de forma adecuada, es muy probable que reaccione de modo excesivo en la primera oportunidad que se le presente (Abrantes, 1997).
La hiperactividad se observa en perros que no muestran unas pautas de actividad rutinarias a lo largo del día, sino que se pasan la mayor parte del tiempo reaccionando con un ejercicio exagerado ante cualquier estímulo. Es debida, sobre todo, a una falta de rutina, jerarquización y ejercicio físico en la vida del animal y la podemos ver en ejemplares muy energéticos que salen poco de casa y saltan sin parar llamando la atención (Pozuelos y Álvarez, 2007). |