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El gen produce un tipo de proteína que, según se pensaba hasta ahora, desempeñaba un papel importante en el sistema inmunológico.
Sin embargo, los nuevos hallazgos sugieren que estas proteínas, conocidas como defensivas, podrían estar involucradas en la regulación de otros procesos importantes en el cuerpo, incluyendo la pigmentación, el balance de energía, y la producción de hormonas glucocorticoides.
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“Este estudio ha desvelado un nuevo nivel de regulación en el organismo. No lo sabemos con certeza todavía, pero podría tener implicaciones para la comprensión de los factores genéticos involucrados en la obesidad, la diabetes, y enfermedades relacionadas”, explica Glenn Millhauser, profesor de química y bioquímica en la Universidad de California en Santa Cruz.
Millhauser y otros investigadores de esta universidad han trabajado en un estudio conducido por un equipo de genetistas en la Universidad de Stanford.
La determinación del color del pelaje en perros ha sido un misterio durante mucho tiempo. Mientras la mayoría de los mamíferos comparten el mismo mecanismo genético para determinar el color del pelaje, los perros resultaron ser una excepción. Los investigadores de la Universidad de Stanford, dirigidos por el genetista Greg Barsh, identificaron un nuevo gen en perros que actúa adicionalmente a los dos principales genes de color de pelaje reconocidos en otros mamíferos. Para su sorpresa, el nuevo gen es responsable de una beta-defensina que pertenece a la numerosa y diversa familia de proteínas llamadas defensinas, que, según se ha venido creyendo, desempeñan un papel relevante en el combate contra las infecciones.
El descubrimiento de un nuevo actor en esta senda abre el paso hacia áreas adicionales de investigación farmacológica.
Aunque se suele asumir que las proteínas defensinas combaten a los microbios, Barsh no está tan seguro. “Realmente tenemos muy poca evidencia de que las defensinas hagan mucho en términos de defensa”, matiza. “El enfoque genético sugiere que las defensinas quizá tengan funciones adicionales o alternativas fuera del sistema inmunológico”.
Los planes inmediatos de Barsh y Millhauser consisten en averiguar más detalles acerca de lo que hacen las defensinas humanas. Una aplicación a largo plazo de este conocimiento obtenido sería descubrir si las defensinas pueden utilizarse a modo de plantillas para elaborar medicamentos. (amazings.com)